La presidenta Dina Boluarte no quiere
declarar ante la Fiscalía de la Nación sobre la fecha y las circunstancias en
que adquirió o le prestaron los lujosos Rolex que ha utilizado en los últimos
dos años, en sus presentaciones públicas.
Tampoco desea hablar sobre el origen
del dinero que utilizó para las adquisiciones. Es más, no quiere permitir que
la Fiscalía las revise y, eventualmente, disponga preservarlos hasta que se
verifique su origen.
Al ser objetos de alto valor
económico, la Fiscalía está interesada en conocer el número de serie del
fabricante, pues eso permitiría conocer si fueron adquiridos dentro del país, a
través de qué tienda y quién fue el comprador directo.
Con este objetivo, la Fiscalía de la
Nación notificó a la presidenta Boluarte que el martes 26 de marzo, por la
tarde, debía presentarse en la sede del Ministerio Público, en la avenida Abancay,
portando los tres relojes Rolex.
Además, se le citó a dar su
declaración indagatoria al día siguiente, 27 de marzo, por la mañana, sobre sus
ingresos legales y la adquisición de los relojes y joyas de lujo de su
propiedad.
Agenda
presidencial
Sin embargo, a las 08:57 a.m. del 26
de marzo, su abogado Mateo Castañeda se acercó a la Fiscalía para solicitar la
reprogramación de ambas diligencias. El abogado precisó que Boluarte tenía una
recargada agenda de actividades durante esta y la próxima semana.
Dichas actividades eran su
participación el 26 de marzo en una ceremonia en el distrito de Baños del Inca,
Cajamarca, para la inspección de una obra de servicios turísticos, y otra, en
el distrito de La Esperanza, Trujillo, de entrega de títulos de propiedad.
La Fiscalía desestimó el pedido y
reprogramó la diligencia de muestra de los relojes para el miércoles 27 de
marzo, a las 8:00 a.m., en su domicilio, en Surquillo.
La defensa pretende, dice la Fiscalía,
que la citación “para las diligencias de exhibición y declaración indagatoria
se programen después de dos semanas, siendo su pretexto recargada agenda; sin
embargo, no justifica si aquella “inspección” (en Cajamarca) y “entrega” (en
Trujillo) en ejercicio de sus funciones como mandataria estuvieron programadas
con anterioridad a la citación del Ministerio Público”.
Además, tampoco se explica si la
presencia de la presidenta en “aquellos eventos es necesaria e indispensable
como para estar por encima de su responsabilidad ante el llamado de la
autoridad fiscal, lo cual es un claro indicador de rebeldía y no hace más que
retardar el resultado de la investigación”.
Así las cosas, la Fiscalía acudió al
domicilio de Boluarte, el miércoles en la mañana, y no encontró a nadie que le
mostrara los relojes. El personal de seguridad policial les dijo a los fiscales
que podían acudir a Palacio de Gobierno. Pero en la sede del Ejecutivo tampoco
pudieron acceder a revisar los relojes. La policía solo recibió el
requerimiento fiscal y tomó nota de la presencia de los fiscales.
Nueva
fecha
Es de señalar que en la agenda pública
de la presidenta no aparece registro de actividades el día miércoles. El jueves
y viernes son feriados por Semana Santa.
En tanto, el estudio de abogados
Castañeda & Menacho informó que fue notificado de reprogramación a las
08:05 a.m. del miércoles, vía e-mail,
por lo que, según dicen, “era imposible que la defensa participe en esa
diligencia”. Además, reclamó que las diligencias se deben notificar con un
mínimo de tres días hábiles, por lo que han solicitado una nueva fecha.
Fuente:
LaRepublica.Pe
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