Russell Crowe protagonizó un percance durante el rodaje de la película Robin Hood, en 2010. El actor, conocido por su dedicación a realizar sus propias escenas de acción sin el uso de dobles, reveló en una reciente entrevista con People que sufrió un accidente que mantuvo en secreto durante años.
El hecho tuvo lugar durante una escena
en la que su personaje, Robin Hood, realiza un salto desde las rejas de un
castillo hacia un terreno irregular. Crowe explicó que la falta de preparación
adecuada del lugar, combinada con la prisa por completar la toma antes de que
la luz natural se desvaneciera, contribuyó al accidente.
A pesar de ser consciente de la
precaria situación antes de realizar el salto, la estrella de Hollywood decidió
seguir adelante debido a la importancia del proyecto y la presión de mantener
el calendario de filmación.
"Mientras saltaba, recuerdo que
pensé: 'Esto me va a doler'", indicó. Y entonces, se lanzó con el objetivo
de aterrizar sobre las puntas de los pies para amortiguar el impacto. Sin
embargo, al terminar el salto sintió que sus talones golpeaban primero el suelo
irregular. "Fue como una descarga eléctrica que recorrió mi cuerpo",
definió aquel momento.
"Se
curaron solas"
Años después, Russell Crowe comenzó a
experimentar dolores persistentes en las piernas, lo que lo llevó a buscar
atención médica. Fue entonces cuando descubrió que había sufrido fracturas en
ambas espinillas durante el incidente.
"Al parecer terminé esa película
con las dos piernas rotas. Todo por el arte. Sin yeso, sin férulas, sin
analgésicos, simplemente seguimos trabajando y, con el tiempo, se curaron
solas", aseguró.
A pesar de las lesiones, el actor
continuó trabajando en proyectos futuros, incluyendo su papel como el padre de
Superman en El Hombre de Acero (2013), donde se sometió a un riguroso
entrenamiento físico.
Fuente:
RPP.PE
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