En medio del rechazo ciudadano y
protestas en el Congreso y en las calles del centro de Lima, Dina Boluarte
culminó su último mensaje a la nación. Con frases en quechua chanka, Boluarte
hizo un llamado a la unidad: "Compatriotas: una sola cabeza, un solo
corazón, una sola mano, sin odiarnos. Trabajemos juntos. Liberaremos a la gran
nación peruana".
Tras 4 horas y 10 minutos, la mandataria
omitió alrededor de 13 páginas de su discurso, que este año contaba con 97
páginas, 18 más que el del año pasado. El mensaje tenía previsto terminar,
aproximadamente, a las 4 de la tarde, pero, de manera sorpresiva, este fue
cortado. En el transcurso del mismo, se observó a varios ministros y
congresistas, quedándose dormidos o tomándose fotos sin prestar atención a
Boluarte.
Horas atrás, congresistas de las bancadas
de izquierda protestaron dentro del hemiciclo gritándole "mentirosa",
"traidora" luego de que la jefa de Estado modificó su discurso y
calificándolos de "traidores a la patria" por buscar una nueva
Constitución. Ante esto, los legisladores como Ruth Luque, Jaime Quito y Wilson
Quispe, se levantaron de sus curules y sacaron carteles con frases contra el
régimen: "El pueblo no se rinde", "Dina, el pueblo te
repudia", "Justicia para el pueblo".
Ruth Luque mostró ante el parlamento la
fotografía de Rosalino Flores Valverde, ciudadano cusqueño asesinado durante
las manifestaciones contra el régimen entre diciembre de 2022 y marzo de 2023.
Tras esto, Luque tomó sus pertenencias y abandonó el Congreso, seguida por
Wilson Quispe, quien se paró en medio del palacio Legislativo portando un polo
con la frase "Justicia para el pueblo".
Mientras Boluarte culminaba de forma
apresurada su discurso, en los alrededores de la avenida Abancay se reportaron
enfrentamientos entre manifestantes y la policía. Hasta el momento, se han
reportado a tres heridos: un fotógrafo, a quien aún no se identifica, y a dos
efectivos policiales cerca al puente Huánuco.
Dina
Boluarte sigue sin reconocer los errores de su gobierno
Lejos de hacer un mea culpa de sus
acciones, la presidenta Dina Boluarte buscó victimizarse acusando a sectores de
conspirar en su contra y colaborar en amenazas a su Gobierno. Sin embargo, no
mencionó las investigaciones que se siguen en su contra ni a los más de 50
muertos durante las protestas en su contra.
Boluarte señaló que se ha construido una
narrativa al rededor de ella con el fin de usarla como "chivo
expiatorio" con el objetivo de culparla por todo lo malo que sucede en el
país. Además, comentó que desde el inicio de su gestión se enfrentó a "una
ofensiva violenta" que provocó pérdidas económicas.
"La narrativa que se ha construido
ha estado dirigida a convertir a la presidenta en el chivo expiatorio, una
antigua idea por la cual se busca un culpable que sería el causante de todos
los males. (...) Mi gobierno no tuvo paz ni tregua, desde el inicio enfrentamos
una ofensiva violenta. La primera etapa de nuestra gestión estuvo marcada por
una convulsión política, que provocó significativas pérdidas económicas para el
país", sostuvo.
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